08 julio, 2007

Dilemas éticos del inicio de la vida

Las circunstancias de la concepción de un hijo, pueden ser muy variadas, desde un acto de amor puro, hasta el resultado de un hecho traumático y violento; pero pese a esto, aquella nueva vida que se formó, no puede ni debe verse truncada en su existencia. Desde que se toma conciencia del embarazo, la vida debe ser respetada y valorada, tal como la de un ser humano independiente y desarrollado, pues esta vida que está ya creada encierra en si misma toda la dignidad del ser humano adulto por lo que debe ser respetada y protegida en cualquier circunstancia.

Tomando en cuenta nuestra función en la sociedad, debemos velar por la vida y por la calidad de vida. Por lo tanto, debemos cumplir con apoyar a las madres en la planificación familiar y orientarlas en las decisiones que sean en pro de su familia. La entrega de información debe ser siempre completa y nunca nuestras creencias deben influir en nuestras intervenciones, debido a que somos profesionales de una carrera que es una ciencia científica, entonces tenemos el deber de velar por que la información que sea manejada por las familias sea verídica.

La llegada de un hijo, es un cambio completo de los estilos de vida de la pareja, por eso debe ser considerado como una opción planificada y meditada. Es por esto que no se puede presionar a los padres a tener o no tener descendencia por motivaciones personales y orientarlos en una u otra decisión. La tenencia de un hijo debe ser de forma responsable, velando prioritariamente por su bienestar y seguridad, de no cumplirse esto, se está ejerciendo una falta a la ética y a los derechos de esta nueva persona.

Una opinión basada en los principios de la escuela genetista sobre el inicio de la vida, nos hace darnos cuenta que hay que ser conscientes de que existe una amplia campaña para tratar de minimizar el valor de la vida humana en sus etapas más iniciales, lo que va fundamentalmente dirigido a limpiar de impedimentos éticos la posible manipulación de esas vidas humanas en sus primeras horas o días de concepción. De esta forma, al quitarle valor ontológico a esa vida que empieza, se permite manipularla sin que de ello se derive ninguna dificultad ética. Este es el caso que ocurre actualmente en Inglaterra, donde está legalizado el experimentar con “hemocistoblastos”, los cuales son exactamente seres humanos de pocas horas o días de vida (8 células aproximadamente). De esta forma se enmascara el término de ser humano bajo un tecnicismo cuyo fin es restar importancia o no reconocerlos y quitarle sus derechos que como seres humanos merecen.

Por otra parte, hay una falta de compromiso por parte de los gobiernos en el castigo a personas que cometan acciones que vayan en desmedro o destinadas a evitar el nacimiento de la vida humana en gestación. Los médicos y en general, los profesionales de la salud que ejercen prácticas abortivas ilegales no reciben la condena meritoria para un asesino reincidente. Falta de políticas hacen que estos mal llamados profesionales queden sin castigo y continúen truncando vidas.

La labor de enfermería como decíamos anteriormente es la de educación a los padres antes de la concepción y después de esta, ya que es de vital importancia para el desarrollo del menor que ambos padres se mantengan involucrados en su crecimiento y sean aportes favorecedores para él. Se ha determinado que un embarazo no deseado es un fuerte factor de riesgo para un pobre apego y desarrollo del menor, es por esto que junto con el equipo médico se debe trabajar junto con las madres que no planeaban tener hijos y educarlas en que están concibiendo una nueva vida y que bajo ningún punto de vista es un problema, si no que siempre debe ser bienvenida.

Junto con este tema podemos tocar el tema del aborto el que se entiende toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere.

El problema del aborto inducido está inmerso en una gran controversia basada en valores que ya no son aplicables a las mujeres que viven hoy en día. La escala de principios que existe hoy en día nos hace reflexionar y poder evaluar en relación al contexto en que hoy vivimos. Todas las leyes en relación a este tema están basadas en estos principios éticos, morales y filosóficos, pudiendo anteponerse a problemas morales. Los principios religiosos aún en ciertos países son de gran peso a la hora de legislar sobre la vida, ya que estos trascienden a muchas generaciones y gran parte de la población esta plasmada de ellos.

En los países latinoamericanos la forma de tratar legalmente el aborto se ha convertido un problema de justicia social, pero también en una nueva bandera de lucha de las mujeres, ya que consideran que limita un principio ético fundamental: la libertad individual. Mediante una postura penalizadora y restrictiva sobre el aborto, se le impide a la mujer el ejercicio pleno de su derecho a la maternidad voluntaria.

Se han creado dos bandos: los grupos Pro-Vida (en contra del aborto y su legalización) y los grupos Pro-Elección (a favor de la legalización del aborto). Tanto lo grupos Pro-Vida como los grupos Pro-Elección están bien organizados y están totalmente convencidos de sus respectivas posiciones.

Tanto el grupo Pro-Vida como el grupo Pro-Elección están de acuerdo en el valor y la dignidad de la vida humana, pero no están de acuerdo en cuando la vida se inicia y en la relativa importancia que se da a la vida por sí misma y a la calidad de la vida. El grupo Pro-Elección considera que la vida no se inicia en la concepción y que la calidad de vida es más importante que la vida por sí misma. El grupo Pro-Vida considera que la vida se inicia en la concepción y que la vida por sí misma es más importante que la calidad de vida. La tendencia mundial claramente se está orientando hacia la legalización del aborto en casos extremos, tales como malformaciones del feto, peligro de muerte de la madre, violación o incesto.